Cálculo de la huella de CO2

En Belloch Forestal estamos especializados en la renaturalización de las ciudades, mejorando su sostenibilidad y resiliencia ecosistémica. Como es conocido, los árboles urbanos tienen grandes beneficios en nuestras urbes, no sólo como sumideros de CO2, sino que cumplen otras muchas funciones como pueden ser el filtro de contaminantes y partículas finas, la reducción del efecto isla de calor, la mejora de la salud física y mental de sus habitantes o la reducción de riesgos de desastres naturales. Aún así, somos conscientes que con nuestra actividad viverística también generamos una serie de impactos negativos en el medio ambiente que nos rodea.

Comprendemos la urgencia de la emergencia climática y nos comprometemos a minimizar al máximo dichos impactos negativos, entendiendo que incluso las acciones pequeñas pueden tener un gran impacto. Por este motivo ponemos especial atención a las materias primas que utilizamos, el tipo de energía que consumimos, el agua que gastamos, y las emisiones de CO2 que emitimos.

Desde 2019 calculamos la huella de CO2 de nuestra organización a través del MITECO.
Se entiende por huella de carbono “la totalidad de gases de efecto invernaderos emitidos por efecto directo o indirecto por una organización, evento o producto”.

En nuestro caso, calculamos las emisiones de nuestra organización en su alcance 1 y 2 y nos comprometemos a aumentar el alcance en los próximos años llegando a calcular, también, el 3.

  • Alcance 1: emisiones directas de GEI. Por ejemplo, emisiones provenientes de la combustión en calderas, hornos, vehículos, etc., que son de nuestra propiedad.
  • Alcance 2: emisiones indirectas de GEI asociadas a la generación de electricidad adquirida, producida y consumida por la organización.
  • Alcance 3: otras emisiones indirectas. Algunos ejemplos de actividades de alcance 3 son la extracción y producción de materiales necesarios para nuestra actividad, los viajes de trabajo a través de medios externos, el transporte de materias primas, de combustibles y de productos realizados por terceros o la utilización de productos o servicios ofrecidos por otros.

Dicho cálculo nos proporciona un dato de partida que utilizamos como indicador ambiental de la actividad que desarrollamos. De esta manera conseguimos un punto de referencia que nos ayuda medir nuestros avances en las actuaciones de mejora, como pueden ser el ahorro del consumo energético, el cambio hacia una movilidad eléctrica, la mejora de la eficiencia energética de nuestras oficinas o la reducción de recursos y materiales.

El hecho de que nuestro cálculo esté avalado por el MITECO demuestra nuestra voluntad por calcular, rebajar y compensar nuestro impacto ambiental negativo demostrando, una vez más nuestro compromiso con las generaciones actuales y futuras.

 

Claudia Nieto Masó

Directora de Sostenibilidad de Intramundana