Richard Powers y el clamor de los bosques

Ilustración: Jordi Cuyàs Sierra

Richard Powers (Illinois, 1957), físico de formación, es autor de 12 novelas que exploran los efectos de la ciencia y la tecnología modernas como trasfondo de situaciones humanas. El Clamor de los Bosques, (Alianza de Novelas, 2019) su título más reciente, ha obtenido el Premio Pulitzer, en la categoría de ficción, el pasado mes de abril. Powers reflexiona sobre el daño que la humanidad está infligiendo al mundo natural. En sus propias palabras:

“Hace seis años impartía clases de escritura creativa en Stanford, uno de los lugares más importantes del mundo dedicado a la ciencia y a la tecnología, cuya existencia dio lugar a la revolución digital de Silicon Valley en los sesenta y setenta, cuando se crearon las compañías que han determinado el presente y el futuro. Desde mi casa de Palo Alto podía ver los cuarteles generales de Google, Apple, Intel, Facebook, eBay, HP, Netflix, Cisco, Tesla, Oracle, Adobe… Se trata de una cultura muy extraña, que cree en la trascendencia tecnológica. Su fe en el humanismo individualista es absoluta.

La revolución digital le ha dado la espalda al mundo viviente, creando la alternativa del mundo virtual que es la Red. Nuestros teléfonos rigen nuestras vidas. Es una visión angustiosa, de la que buscaba refugio en las montañas de Santa Cruz, entre Silicon Valley y el Pacífico. Las montañas estaban cubiertas por un bosque de secuoyas centenarias. Su presencia majestuosa me hizo abrirme al mundo de lo no humano. Empecé a estudiarlo y decidí escribir una novela sobre él.

En El Clamor de los Bosques mi intención es sacudir al lector, haciéndole entender que la vida es algo que está por encima del destino individual. Hemos hipotecado nuestra relación con el mundo natural. Hemos devastado la práctica totalidad de la naturaleza, pero todavía queda algo que se puede recuperar. La idea central del libro es que hay una forma de vida más rica, diversa, longeva y eficaz que la humana, y o nos sumamos a ella, o estamos abocados a la extinción”.

Nada que añadir.

Jordi Cuyàs Sierra 
CTO Belloch Forestal